¿Por qué las familias americanas acogen estudiantes extranjeros?

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Hillary Clinton, Secretaria de Estado de los Estados Unidos, envía a través de este vídeo un mensaje a las familias americanas animándolas a abrir sus casas para acoger estudiantes internacionales durante su estancia en USA.

Muchas personas en España me han preguntado porque las familias de mi país acogen a estudiantes de forma totalmente voluntaria, sin cobrar. La primera vez que tuve que contestar, fue difícil porque para mí, la respuesta fue tan obvia – pero aún así, no tan fácil de explicar.

Hay que comprender que en USA, acoger un estudiante de España, por ejemplo, que quiere estudiar en un colegio público americano – o un colegio privado de los estados unidos – está visto como un privilegio. Es una oportunidad para conocer otras culturas, para intercambiar ideas, para abrir nuestros horizontes. Aunque parezca que es la familia americana quién está «dando», desde su punto de vista también está «recibiendo» y mucho.

Creo que los americanos somos bastante hospitalarios. Nos gusta invitar gente a nuestra casa. En realidad, los hogares suelen ser el centro de la actividad social. Invitamos a nuestros amigos a comer o a cenar, incluso a veces a desayunar. Es habitual en algunas familias también organizar un café con amigos o incluso un café tertulia en casa. Nos gustan hacer las fiestas en casa – en verano con la barbacoa o incluso un simple picnic en el jardín, en invierno alrededor de la chimenea, la estufa de leña o la pantalla del televisor – sobre todo para ver los partidos.

Lo normal es que una casa americana esté muy abierta. La nevera está abierta para quién quiera coger algo, y nuestro lema es «haz como si estuvieras en tú casa». Nos gusta no solo invitar gente a casa sino que se sienten realmente como si estuvieran en su propio hogar, que puedan abrir un armario y coger lo que quieran, pueden ayudar a poner la mesa o recoger después de la comida – que se incorporen como uno más.

Quizás otro factor importante que anima a la gente a acoger estudiantes es el tamaño de las casas. Las casas americanas suelen ser bastante amplias, con habitaciones suficientes para alojar invitados. Esto facilita la acogida de estudiantes extranjeros durante su estancia en Estados Unidos.

Entra también una faceta de la cultura americana que me parece importante – y es el hecho de que la población procede de todos los países del planeta. Esto nos hace bastante conscientes del valor de otras culturas (aúnque quizás tengamos poca información y conocimientos sobre ellas). Despierta la curiosidad de la gente y hace que quieran crear sus propios lazos internacionales, conociendo gente de otros lugares.

Hay muchas personas que quizás no tienen tiempo o medios para viajar – o incluso no quieren hacer largos viajes – pero sí, les gustaría conocer gente de otros rincones del mundo. Ven en los programas de intercambio la oportunidad perfecta para «viajar sin viajar», para ampliar sus horizontes sin tener que moverse de su barrio.

Por último, el hecho de que hasta el mismo Gobierno de America apoye esta iniciativa, ayuda a fomentarlo. Como explica Hillary, cuando una familia acoge a un estudiante en su casa para que estudie en Estados Unidos, el intercambio fomenta las buenas relaciones entre países, porque los estudiantes vuelven a sus casas con buenos recuerdos. Algún día muchos de ellos se convertirán en líderes de sus países, de sus comunidades, de sus círculos sociales y es bueno que hayan tendio una buena experiencia en el extranjero, concretamente en los Estados Unidos de America.

Me acuerdo como mis vecinos acogieron a un estudiante de Méjico durante un año escolar en Estados Unidos. Ya tenían dos hijos de más o menos la misma edad y querían que conocieron a alguien de otro país para intercambiar experiencias. Fue un año muy interesante por ambos partes. El estudiante de Méjico fue de una familia de alto poder adquisitivo y tuvo que aprender como preparar su propio bol de cereales por la mañana – toda una experiencia. Pero él también enseñó muchísimas cosas a sus «hermanos americanos».

Este tipo de experiencia se repite todos los días, todos los meses, todos los años en Estados Unidos, un país que recibe a los estudiantes internacionales de España y de otros países con los brazos abiertos, porque nos gusta conocer a las personas de otros lugares – y también fomentar la paz y la solidaridad en el mundo.

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