Curso de orientación a las familias de acogida
Las coordinadoras locales ofrecerán un curso de orientación a las familias de acogida antes de la llegada de los estudiantes. Si se diera el caso de que hubiera varias familias de acogida en la comunidad, asistirán todas juntas, lo que representa una gran oportunidad para preguntar todas las dudas que les puedan surgir, así como para escuchar las dudas e inquietudes de otras familias. Es completamente natural que una familia que va a acoger a un estudiante por primera vez tenga preguntas. Si una familia con experiencia en acoger a estudiantes asiste a este curso, es una buena oportunidad para escuchar su experiencia y aprender de su aventura.
A continuación se explican las dudas y preocupaciones más frecuentes de las familias de acogida:
- “No tengo hijos adolescentes. ¿Qué tipo de horarios y reglas son apropiadas?”
- “¿A quién debería llamar si mi estudiante necesita atención médica urgente?”
- “¿Hasta dónde llega mi responsabilidad económica para con el estudiante?”
- “¿Cómo podemos asegurarnos de que nuestro hijo desarrolle una estrecha amistad con el estudiante?”
El curso de orientación es la oportunidad para obtener las respuestas a estas preguntas y posiblemente conocer a otras familias de la comunidad que vayan a embarcarse en la misma aventura.
Es muy recomendable que desde el momento en el que se confirma la asignación de familia se establezca el contacto entre el estudiante y su familia de acogida. Esto ayudará a ambos a aprender más sobre las costumbres del otro. Es importante que se incluya toda la información posible sobre todos los miembros de la familia, incluso con fotos adicionales. Es una buena ocasión también para establecer lazos de unión con el estudiante y decirle cómo les gustaría que les llamase (mamá, papá, por el nombre de pila, un mote, etc.), algo que los estudiantes agradecen. También es conveniente que los padres de acogida hablen antes con sus propios hijos sobre cómo se van a sentir cuando otra persona les llame papá o mamá, y tomar la decisión juntos. A la hora de compartir información sobre la familia, es importante ponerse en el lugar de los padres biológicos del estudiante. ¿Qué querrán saber sobre la familia de acogida de su hijo, si se fuera a estudiar al extranjero? Es aconsejable que las comunicaciones sean cercanas, cálidas y detalladas. Los estudiantes también agradecen que se les facilite información sobre la comunidad local. Asimismo, compartir un catálogo del colegio, si es posible, permitirá al estudiante conocer más sobre las asignaturas que ofrece, y les ayudará además a reducir la ansiedad que supone seleccionar las asignaturas en el momento de la matrícula.
Es igualmente apropiado y además, valorado, que se mantenga comunicación separada con los padres biológicos. Se recomienda a los padres de acogida que compartan información sobre su rol como padres, sus valores y las expectativas que tienen sobre sus hijos. A la hora de describir las normas de la familia, se aconseja que se haga de manera simple, para que los padres biológicos lo puedan entender y apoyar. También se les debe preguntar sobre sus propias normas y directrices pues, aunque las familias de acogida no deben adaptarse al estudiante, es muy útil para saber comprender mejor sus actitudes y comportamientos. Puede que algunos padres biológicos no sepan inglés, pero siempre pueden pedir ayuda a sus hijos o a algún amigo para facilitar la comunicación.
Asimismo, es aconsejable informarse sobre el país y la cultura del estudiante. Por supuesto, el estudiante les dará una visión privilegiada cuando llegue, pero se sentirá más cómodo si advierte un interés sincero por parte de su familia de acogida. La búsqueda previa puede ayudarles a conocer más sobre los roles de género, historia, geografía, gobierno y sistema educativo del país del estudiante.
Expectativas
Cada miembro de la familia tendrá diferentes expectativas acerca de acoger a un estudiante. Por ejemplo, los hijos pueden tener la esperanza de que aparezca el hermano perfecto, alguien que querrá hacerlo todo con ellos. Aunque estas expectativas pueden verse satisfechas, es probable que la relación con el estudiante sea muy parecida a la que mantienen los propios miembros de la familia entre ellos, con los altibajos propios de un núcleo familiar. Las familias normalmente no lo hacen todo juntos ni se llevan siempre bien. Recordar esto ayudará a tener una expectativas más realistas sobre el estudiante y evitará decepciones.
Es importante establecer desde el principio que el estudiante es un miembro más de la familia y no un invitado, que el estudiante deberá compartir las mismas obligaciones que los propios hijos y no sorprenderse cuando la novedad se desvanezca y se empiece a sentir cierta desilusión. Esto último es muy común. A la vez que las familias no son perfectas, los estudiantes tampoco. Poco a poco, tanto el estudiante como la familia comenzarán a mostrar un comportamiento natural. Ser abierto y tolerante y mantener las expectativas sobre la tierra hará la experiencia más gratificante. A veces se espera que los estudiantes de intercambio sean más maduros, saquen mejores notas y se adapten con más facilidad que los propios americanos, y esto no es realista. Hay que recordar que los estudiantes son adolescentes, sea cual sea su país de origen o su cultura. Es necesario revisar las expectativas familiares antes de recibir al estudiante, para que, cuando llegue, la relación sea cada vez más próspera y feliz.
La llegada del estudiante
Antes de que llegue el estudiante, hay que asegurarse de la habitación está preparada. No se garantiza una habitación individual para el estudiante pero sí que debe tener una cama propia y compartir habitación solo con familiares del mismo sexo de al menos 12 años o más. Es adecuado también considerar la opción de dejar en la habitación una lista de números de emergencia y direcciones importantes, una llave de la casa y otras cosas que puedan facilitar una mejor integración en la familia.
La fecha de llegada del estudiante se basa en la fecha de comienzo del colegio y las preferencias de la familia de acogida. Antes de que el estudiante llegue, las familias recibirán un email, mediante la agencia española, con la información detallada sobre el itinerario del vuelo del estudiante, lugar y horario de llegada. La coordinadora local y la directora regional también recibirán esta información.
Por fin llega ese día tan esperado. El estudiante probablemente no tenga mucha experiencia con las costumbres y cultura americanas, y adaptarse le puede resultar muy frustrante y abrumador. Durante el periodo inicial de adaptación necesitará apoyo, así que la familia deberá esforzarse en darle una cálida bienvenida y hacerle sentir que está en su nuevo hogar. Una buena idea sería prepararle un cartel de bienvenida, unas flores o incluso una comida que sepan que le gusta mucho. Probablemente esto resulte en el primer contacto físico con el estudiante, un buen abrazo o un cálido apretón de manos sería lo apropiado. Esto no significa que se deba fingir emociones que no se sienten todavía durante estas muestras de afecto. También es importante hablar despacio y con claridad, pues el estudiante probablemente tendrá que traducir mentalmente todo lo que le dicen, y luego traducir su respuesta al inglés. Esto puede resultar frustrante y vergonzoso, así que hay que darle siempre tiempo para pensar. Se aconseja sonreír y transmitir confianza al estudiante durante esos momentos de confusión, pues en unos pocos meses desaparecerán.
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