Cuando los estudiantes llegan a su destino de acogida, la familia o la coordinadora local les recibirá en el aeropuerto. El jet lag hará que los estudiantes necesiten más sueño de lo habitual y que estén un poco irritables durante los primeros días, por lo que deberán ser pacientes y confiar en que poco a poco se les pasará.
Las familias de acogida estarán muy emocionadas de por fin conocer a su estudiante y probablemente tengan un sinfín de preguntas que hacerle sobre su país y su familia biológica. Si en algún momento las familias hablan más rápido de lo que el estudiante puede comprender, no se deben preocupar, pueden pedirles que hablen más despacio, ya que las familias no esperan que lo entiendan todo desde el principio. Durante los primeros días, la familia de acogida ayudará al estudiante a asentarse en la comunidad, le explicarán la rutina familiar y las responsabilidades que deberá asumir. Es muy importante que los estudiantes hagan todas las preguntas que les surjan, incluso si creen que lo han entendido todo, hacer preguntas es esencial, pues evitará futuros problemas.
Como un miembro más de la familia, el estudiante deberá asumir una cantidad razonable de responsabilidades domésticas, que deberán ser establecidas desde el principio. De nuevo, el estudiante no debe avergonzarse de hacer preguntas, pues esto les ahorrará posibles malentendidos. Entre las tareas más comunes se incluye recoger el periódico y el correo, ayudar con el cuidado del jardín, hacer su colada, pasar la aspiradora, ayudar con las bolsas de la compra, colaborar en la cocina, poner la mesa, ayudar a lavar los platos, sacar la basura y, en ocasiones, cuidar de los hermanos pequeños. Asimismo, independientemente de las tareas que se le asigne al estudiante, siempre deberá tener su espacio personal limpio y ordenado.
Los estudiantes, por lo general, vuelven a sus países de origen con la sensación de haber vivido la mejor experiencia de sus vidas y agradecidos de haberla podido vivir, particularmente a sus familias de acogidas, a las que acaban queriendo como si fueran su familia de verdad.
Consejos útiles para interactuar con la familia de acogida
- Asegurarse de que han entendido bien y obedecer las normas de la familia desde el principio.
- Entender bien las responsabilidades domésticas y realizarlas sin que se lo tengan que pedir.
- En todo momento, informar a la familia de acogida de dónde van a estar, con quién y cuándo van a volver. Pedir siempre permiso a la hora de hacer planes.
- Planear con antelación las necesidades de transporte. Es importante no esperar hasta el último minuto para anunciar que van a necesitar que les lleven a algún sitio.
- No invitar a nadie a casa sin pedir permiso.
- Hacer un uso razonable del móvil y del ordenador.
- Ser considerado a la hora de comer, cogiendo una cantidad equitativa de comida.
- Recordar que los padres de acogida tienen derecho a aprobar o desaprobar sus actividades sociales. Esto puede resultarles difícil de aceptar, ya que pueden haber disfrutado de mucha más libertad en su hogar de origen.
- Mostrar interés activo en la familia de acogida. Asistir a los eventos familiares, preguntarles qué tal les ha ido el día, ser comprensivos con sus sentimientos y necesidades.
- Compartir su cultura con ellos.
- Comunicar abiertamente sus sentimientos con ellos.
Como en cualquier familia, los estudiantes se van a encontrar con alguna dificultad de vez en cuando. Convivir con alguien durante un periodo largo de tiempo no es fácil y requerirá de un proceso de adaptación por las dos partes. Al principio, hasta los pequeños detalles incomodarán al estudiante, lo cual es normal, pues puede que no siempre sepan lo que se espera de ellos en determinadas situaciones. En este tipo de circunstancias, es necesario hablar con la familia o con l a coordinadora, ya que las pequeñas cosas que se dejan sin resolver, se pueden convertir en problemas mayores. Los estudiantes deben expresar cómo se sienten, qué es lo que no entienden, o qué les molesta. Mientras se mantengan abiertas las vías de comunicación, siempre habrá oportunidades de solucionar cualquier situación.
La clave es: comunicación, comunicación y comunicación.
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