Choque lingüístico
Quizá el problema más frustrante al que te vas a enfrentar es aprender el idioma. No solo tendrás que aprender inglés, si no a pensar en inglés. Al principio te parecerá misión imposible, pero no te desanimes. Parecerá que todos los estadounidenses hablan muy rápido, murmuran o que escupen palabras en vez de hablarlas. Es normal que los estadounidenses tengan sus dialectos y pronuncien diferente a lo que estás acostumbrado.
Además, verás que hay muchísimos estadounidenses, especialmente los adolescentes, que usan mucha jerga y vocabulario coloquial que no se considera “inglés estándar”, que es el que sueles escuchar en las noticias de televisión. Hablar así no es hablar mal, si no que es la manera informal que tienen las personas de comunicarse. Conforme vayas mejorando tu habilidad lingüística, serás capaz de entender una conversación informal tanto como una formal.
Algunos días será como si de repente entiendas todo lo que escuchas, mientras que otros días será más difícil dar con las palabras que quieres decir y te sentirás muy frustrado. Esto es normal. Cuanto más mejores, más nivel irás alcanzando. Esto es lo ideal, y no dejes que la presión por seguir mejorando no te haga ver lo mucho que has aprendido.
Las primeras semanas de colegio pueden ser complicadas. Si sientes que no entiendes bien las clases, habla con tu profesor cuando termines la sesión. Además, intenta hacer un amigo en cada una de tus clases, así podrás resolver algunas dudas con tus compañeros y aclarar información que pienses que no has entendido bien.
Consejos para evitar el choque lingüístico
Aquí tienes algunos para hacer que aprender un nuevo idioma sea pan comido:
- No aparentes entender cuando no entiendes algo. Esto es el típico error que cometen los estudiantes de intercambio. Hazle saber a la persona con quien hablas que no lo has comprendido y pídele que usen otras palabras, otras frases o que hablen más despacio para ayudarte.
- Ten en cuenta que el inglés que hablan los estadounidenses puede sonar muy diferente al inglés que has estudiado en casa. Además, en Estados Unidos hay muchos dialectos regionales y acentos que, al principio, te pueden confundir bastante.
- Estudia inglés a diario. Esta experiencia es tu oportunidad para aprender bien este idioma. Seguramente nunca vuelvas a tener una oportunidad como esta en toda tu vida. Haz un esfuerzo extra y ya verás como no te arrepentirás. Encuentra un profesor particular o alguien que te pueda ayudar con el inglés a cambio de darle clases tú (de español, mates, fútbol, etc.). Un truco: aprende 5 palabras nuevas cada día e intenta usarlas en frases y conversaciones.
- Invierte tiempo en ver series y películas en inglés con subtítulos en inglés. Es quizás la forma más sencilla de aprender y divertirte. Apunta las palabras y las expresiones que te llamen la atención.
- Ocasionalmente tendrás que hablar con algún estudiante de intercambio que sea de tu mismo origen solo para comprobar que eres capaz de hablar tanto en tu idioma nativo como en otro diferente. Pero ten cuidado: hablar demasiado tiempo con estudiantes de tu nacionalidad ralentizará tu aprendizaje de inglés y no es lo mismo que hablar con estadounidenses.
- Presta atención al lenguaje no corporal y a los gestos. Aprenderás muchísimo de cualquier cultura observando la expresión del rostro, la postura corporal y el tono de voz que la gente emplea cuando habla.
- No te enfades ni te sientas molesto si alguien no te entiende. A algunas personas les cuesta más entender los acentos extranjeros.
- Involúcrate en diferentes actividades de tu colegio y de tu comunidad. Cuanto más contacto tengas con personas de tu país de acogida, tu inglés será mucho mejor y lo mejorarás más rápido.
- Aprende a reírte de ti mismo. Adaptarte a otra cultura y comunicarte en un nuevo idioma no es fácil. Al principio te pondrás nervioso por cometer errores. Reirte de estos errores y no tener miedo a cometerlos es un mecanismo positivo del proceso de ajuste y aprendizaje.
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