“Nunca olvidaré aquel día, con mi vestido y tacones y sintiéndome en un sueño, haciéndome fotos con todos mis amigos y bailando música americana como si fuese una más”
Natalia ha pasado su año escolar en Estados Unidos, en concreto en Misuri, en el Medio Oeste, un área con una cultura y una historia únicas. Nos cuenta aquí sus impresiones.
La vida en Estados Unidos me ha sorprendido mucho porque es una cultura muy envuelta en los deportes y todo lo relacionado con el colegio.
Me han sorprendido los horarios que tienen con la comida, ya que aquí suelen comer alrededor de las once, mientras que en España solemos comer más tarde, sobre las dos o tres de la tarde, así como la costumbre que tienen de comer dentro de los coches en vez de entrar dentro de los restaurantes. En España tenemos una cultura con la comida diferente a la de Estados Unidos, ya que en España solemos ver el momento de comer como algo familiar, más tranquilo e intentando disfrutar sin embargo en Estados Unidos es más un momento para recargar energías y con prisas ya que no le dan tanta prioridad.
Lo que más me gusta de la vida estadounidense es que todos los alumnos después del colegio atienden a todos los partidos de los deportes, tanto de fútbol americano como de béisbol, de fútbol y de muchos más. Ver la sección de estudiantes en las gradas tan llena y animando tanto te ayuda a integrarte mucho en su vida y a conocer a mucha gente diferente.
Por otro lado, lo que más he echado de menos de España ha sido la comida y el poder coger transporte público o andar a los sitios, ya que Estados Unidos tiene una cultura diferente a nosotros y necesitan ir en coche a todos lados De ahí el que aquí empiezan a conducir con 16 años en vez de con 18, como hacemos en España.
Lo que más me gusta del sistema educativo de Estados Unidos es que su forma de aprendizaje no está tan enfocada en estudiar mucho de memoria, sino en hacer muchos proyectos en equipo, lo que es una manera fácil y llevadera de retener las cosas aprendidas.
Una de las cosas que he aprendido este año que no forma parte del sistema educativo en España es en mi clase de yearbook. En esta clase, los alumnos que formamos parte de ella nos encargamos de diseñar el anuario, es decir, el libro que contiene todas las fotos de los diferentes eventos y actividades que han ido sucediendo durante el curso. Es una manera de mejorar la creatividad, diseño y una oportunidad más de estar involucrada en el colegio.
Otra de las cosas que me ha ayudado mucho de su sistema educativo es que aquí los alumnos son los que se cambian de clase en clase y los profesores tienen aulas fijas de las que no se mueven. En España siempre tenemos una clase fija y, claramente, en mi experiencia, el tener que moverme para mis diferentes clases me ha permitido conocer a mucha más gente. Por otra parte, es verdad que no estás con ellos todo el día, solo una clase, así que no te da tanto tiempo para volverte tan cercano a ellos.
Los deportes en la vida estadounidense juegan un papel muy importante, mucho más que en España. Hacer deportes en Estados Unidos ya no solo es para poder hacer ejercicio y estar en buena forma, yo diría que para los americanos es su manera de socializar y una gran oportunidad para conocer a gente.
Me di cuenta de esto con el primer deporte que hice, formar parte de mi equipo de animadoras, las cheerleaders. En solo unos días ya sentía que era muy cercana a algunas, mucho más cercana que con aquellas chicas con las que había estado en clase por más de un mes.
Fue una oportunidad maravillosa y entonces quise hacer deportes en cada una de las estaciones, durante otoño estuve siendo cheerleader para animar al equipo de fútbol americano. En invierno seguía en el equipo de animadoras, pero esta temporada para animar al equipo de baloncesto y además hice wrestling, que es lucha libre. Por último, durante primavera decidí hacer fútbol. Sin duda, no me arrepiento de haber hecho estos deportes porque fue la mejor manera de conocer a gente y estar involucrada en la vida social después del colegio, ya que los americanos suelen pasar una gran parte de su tiempo libre viendo partidos de los diferentes deportes en las gradas y animando.
He conocido a muchas personas durante mi experiencia y, para mí, los americanos en general son muy sociables, independientes y competitivos. La vida se enfoca mucho en los deportes y dan siempre lo mejor de ellos mismos y viven todo al máximo. Es una cultura que está hecha de tal manera que los adolescentes puedan ser independientes pronto. Aprenden a conducir a los 16 años y que puedan sacarse el carné de conducir a esa edad les permite ser más independientes y responsables de sus acciones. También muchos de ellos suelen encontrar trabajos en restaurantes o piscinas o cortando el césped de parcelas. Eso les da dinero y más libertad para poder independizarse antes.
En mi opinión, Estados Unidos está lleno de una cultura maravillosa, diferente y de la que se pueda aprender mucho al comprarla con la cultura de nuestros países, a la cual estamos más acostumbrados. Una de las cosas que no me gusta tanto pero que respeto, ya que es parte de la experiencia, es el que el momento de la comida no sea algo familiar o del que disfrutar, sino un momento del día para reponer energías.
En Estados Unidos no puedo andar a los sitios que están cerca de mi y tengo que coger el coche a todos los sitios que tenga que ir. En vez de pensar en lo que no me encanta tanto de esta cultura, observo y me pregunto el porqué. Así veo que los adolescentes aprenden a conducir antes y los americanos siempre están ocupados o las diferencias sobre la comida y el transporte. Son cosas que tienen sentido en su cultura y que son simplemente diferentes en la mía.
A lo largo del curso que he estado en Estados Unidos he vivido experiencias únicas e inolvidables y me encantaría compartirlas con vosotros:
La primera de todas fue un día que todo mi equipo de animadoras tuvimos que ir a un estadio de béisbol. Actuamos delante de mucha gente cuando el partido estaba apunto de empezar y aparecimos en las pantallas grandes donde todo el mundo lo veía, nunca lo olvidaré porque fue muy especial.
La segunda experiencia que viví y siempre recordaré fue mi primer combate de lucha libre, ya que es un deporte que nunca había practicado en España. Como esta experiencia se basa en arriesgar y probar cosas nuevas, no pasa nada que no fuese la que más destacaba en ese deporte, pero no me hizo arrepentirme en ningún momento de la decisión que tomé. Al contrario, me siento orgullosa de haber hecho ese deporte porque me hizo más fuerte como persona y más valiente.
Mi tercer recuerdo especial fue la semana del baile homecoming de mi colegio. No solo el día del baile es especial, sino que cada día de esa semana teníamos diferentes temáticas, nos disfrazábamos y hacíamos juegos todos los días. Nunca olvidaré aquel día, con mi vestido y tacones y sintiéndome en un sueño, haciéndome fotos con todos mis amigos y bailando música americana como si fuese una más.
Mi cuarta experiencia a destacar fue cuando estuve jugando al fútbol, que al igual que lucha libre, era mi primer año. En mi primer partido de la temporada, recuerdo con detalle como yo estaba muy confundida ya que el entrenador no me había dicho que posición iba a jugar. Cuando me llamó para entrar en el campo siendo delantera, yo nunca había jugado esa posición ni ninguna otra. En un córner, metí gol con mi pierna izquierda, con la que no tengo tanto control y fue el primer gol de la temporada. Sigo recordando a todo mi equipo y entrenador acercándose a mí y felicitándome.
La última experiencia que me gustaría compartir es el día de prom en mi colegio, el baile de fin de curso. Al igual que homecoming, es un día muy especial, esta vez llevaba un vestido largo y todo lo que estaba viviendo en ese momento era como una película, hacerme las uñas, ir a la peluquería, maquillarme, etc. Nunca olvidaré todas esas risas y bailes que tuvimos en el sitio al que fuimos. Además, pusieron varias canciones españolas y ¡poder cantarlas con toda la gente especial de mi alrededor fue único sin duda!
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