La vida en Estados Unidos me ha sorprendido mucho porque cada uno va un poco a su aire y eso te da una gran sensación de libertad. Puedes hacer muchas cosas que en España no harías por vergüenza, y esa diferencia cultural me ha hecho crecer mucho.
Lo que más me ha gustado de la vida estadounidense es la importancia que le dan al deporte, especialmente en el high school. Se vive con tanta intensidad que se convierte en una parte esencial de la experiencia. En mi caso, la temporada de baloncesto en el equipo de mi HS fue lo mejor que viví sin duda.
La comida ha sido lo que más eché de menos de España. Aunque me adapté bien, se nota mucho la diferencia y terminas valorando lo que tienes en casa.

Del sistema educativo me quedo con la sencillez de las clases y la libertad de aprendizaje. Sientes que puedes explorar a tu ritmo y aprender de otra manera. Además, aprendes a manejar las cosas por ti mismo y a resolver problemas de manera independiente.
En cuanto a la gente, hice muchos amigos y conocí a muchísimas personas. Es verdad que los estadounidenses pueden parecer cerrados al principio, pero cuando les das tiempo se muestran muy majos y agradables. Eso sí, algo que no me encanta es que también puede haber personas bastante desagradables, que no muestran respeto si no te llevas bien con ellos.

Si tuviera que elegir mis cinco experiencias más destacadas de este año en Estados Unidos, serían:
- La temporada de baloncesto con mi HS.
- El viaje a Disney con mi host family.
- El partido de los Lakers en Los Ángeles.
- Visitar las Las Vegas.
- El viaje a Utah con mis hermanos.
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