Mi año en Estados Unidos: mucho más que un intercambio.
Estudiar un año en Estados Unidos me sorprendió en muchos sentidos, pero lo que más me impactó fue cómo celebran absolutamente todo. Desde logros académicos como la graduación hasta fiestas de cumpleaños o festividades como la Navidad, la Pascua o el Thanksgiving, todo se vive con muchísima intensidad y alegría.
Lo que más me gustó del estilo de vida estadounidense fue la implicación de la gente en todas las actividades. Ya sea en la iglesia, en los deportes, en las universidades o en el instituto, todo el mundo participa. Me encantó ver cómo los estudiantes se volcaban en cosas como los clubes, los equipos, las Spirit Weeks temáticas o las competiciones escolares. ¡Siempre había algo divertido ocurriendo!

¿Y qué eché de menos de España? Además de mi familia y amigos, sin duda, la comida. Aunque allí probé cosas nuevas, muchas veces el estilo de alimentación no era muy saludable. ¡Y cómo se extraña el pan de verdad y el jamón serrano!
En cuanto al sistema educativo estadounidense, me encantó lo diferente que es respecto al español. Allí los profesores no se centran tanto en la memorización, sino en ayudar a los estudiantes a aprender de forma práctica, entendiendo que cada persona tiene su propio estilo. Además, puedes elegir asignaturas según tus intereses. Yo, por ejemplo, probé teatro, joyería, cerámica, fotografía y gobierno, donde aprendí muchísimo sobre el funcionamiento del sistema político de Estados Unidos. También había otras opciones como cocina, coro, speech o piano. ¡Una variedad increíble!
Los deportes tienen un papel clave. Todo el mundo apoya a sus equipos, ya sean escolares, universitarios o profesionales. Aunque yo no participé en equipos, viví con mucha emoción mi primer partido de fútbol americano y me encantaba ver a la gente con las camisetas de su equipo favorito.
Durante este año hice muchas amistades. Me sentí súper acogida y conocí a personas maravillosas que llevaré siempre en el corazón. Si tuviera que dar un consejo a quienes están a punto de vivir esta experiencia, sería que se apunten a todas las actividades posibles: clubes, deportes, eventos… Es la mejor manera de conocer gente y vivir al máximo el High School.

¿Algo que no me encantó? Las distancias. Al principio, no tener coche ni muchos amigos hacía que moverme fuera complicado, y dependía mucho de que alguien me llevara. Pero con el tiempo todo mejora y te organizas mejor.
Mis 5 mejores experiencias del año:
- La Homecoming Week, una de las semanas más especiales y divertidas del curso.
- Los viernes en familia, con cenas, charlas y momentos inolvidables.
- Mi primer partido de fútbol americano.
- La Navidad, con decoraciones, celebraciones y mucho espíritu festivo.
- Los viajes con mi familia anfitriona a Kentucky, Tennessee y Nueva York.
Este año escolar en Estados Unidos ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. He aprendido, he crecido, y me he llevado recuerdos que guardaré para siempre.
Si tú también quieres verte envuelto en la vida de los deportes escolares en tu año escolar en Estados Unidos, pulsa aquí o llama al 910 019 908.