Laura se fue a cursar 1º de Bachillerato a Estados Unidos. ¡Nos cuenta lo bien que le fue por Carolina del Norte!
No me he llevado demasiadas sorpresas desde que llegué, considero que tenía una idea bastante acertada de lo que la vida en Estados Unidos es. Lo único que puedo mencionar es el ritmo de vida, porque parece que la mayoría de las personas siempre tienen prisa. Considero que la cultura en la que he crecido valora tomarse su tiempo y vivir tranquilamente apreciando lo que nos rodea, es algo que no me esperaba pero que, al fin y al cabo, depende de la persona.
Lo que más me gusta de la vida estadounidense son las oportunidades que se le ofrecen a todo el mundo en todo momento. Es algo que me encanta: en mi colegio puedes encontrar muchas opciones de clubes, asignaturas y deportes distintos que probar.
De España echo de menos el sentarnos a la mesa y hablar un rato mientras comemos Aquí el almuerzo puede ser desde un bagel con queso crema hasta un tupper con frutos secos y no se le da tanta importancia a sentarse y disfrutar de tu comida.
De las clases me gusta el grado de interactividad de muchas de ellas. Por ejemplo, en química hacemos vamos al laboratorio todas las semanas, y allí, realizamos experimentos que demuestran lo que aprendemos en clase y que ayudan a comprender los conceptos estudiados. También me gusta el hecho de que cada profesor decora su clase como quiere: las paredes de la clase de historia están llenas de pósters de Martin Luther King y Abraham Lincoln y de citas de personajes históricos; en la de cálculo hay fórmulas y definiciones y hasta ilustraciones de una tribu de Alaska de los ancestros del profesor.
También ofertan asignaturas que en España no hay, como ingeniería aeroespacial, nutrición, biomedicina, genética o fotografía. Además, mediante los deportes del instituto se gana mucho espíritu escolar, ese sentimiento de pertenencia a tu instituto. Incluso si no juegas a deportes, simplemente ir a los partidos te hará sentir parte del espíritu.
Los deportes son una parte muy importante de la cultura estadounidense: están presentes en tu vida inevitablemente de una manera u otra, así que cualquier estudiante de intercambio está expuesto a los deportes. Ya sea viendo deportes en la televisión, o acudiendo a partidos del instituto o de universidades, o incluso jugando en el equipo de tu colegio, van a formar parte de tu experiencia. En mi caso, he jugado a tres deportes aquí: voleibol, baloncesto y lacrosse. Nunca había jugado ninguno de estos deportes, ni siquiera sabía lo que era lacrosse, pero no puedo dejar de destacar lo genial que fue la decisión de intentarlo. No soy una persona muy deportista, pero después de haber jugado deportes en Estados Unidos me he dado cuenta de que realmente los disfruto, sobre todo el hecho de formar parte de un equipo. Como consejo a estudiantes de intercambio diría que vale la pena probar deportes nuevos. No es fácil, pero se hacen muchas amistades que siempre están ahí para apoyarte y es muy gratificante ver tu progreso a lo largo de la temporada.
En mi opinión, los estadounidenses son abiertos, pero te dejan dar a ti el primer paso, así que hay que estar preparado para hacerlo. Ser quien se presenta a alguien nuevo o quien empieza las conversaciones puede dar respeto, pero es lo que te va a abrir las puertas a conocer gente nueva. Simplemente hay que ponerle un poco de valía y acercarse a hablar con la gente y, una vez te presentes, te van a tratar de maravilla, son muy acogedores. Pero si no lo son, ya sabes que eres capaz de hablar con gente nueva sin pensártelo dos veces, así que a buscar a otro grupo que te reciba mejor, ¡no te desanimes!
Si tengo que ser sincera, lo primero que se me viene a la mente cuando pienso en algo que no me gusta tanto es la comida. Me gusta, pero, por muy buena que esté, no hay nada como la comida española.
Si tuviese que elegir cinco momentos de mi experiencia serían:
– Conocer a mi grupo de amigos
– Ir a Hawaii con mi familia de acogida a pasar las navidades
– Viajar a Nueva York
– Ir de excursión por el noreste del país y un poco de Canadá
– Jugar a lacrosse
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