«El concepto de familia y de amistad de los estadounidenses es muy importante»

Alba ha pasado un año inolvidable en Michigan gracias a su familia estadounidense y a todos los amigos nuevos que ha hecho. Allí ha hecho muchas cosas nuevas y ha disfrutado muchísimo. En esta entrada nos cuenta cómo ha vivido su año escolar en Estados Unidos.

Me ha sorprendido mucho que la vida en Estados Unidos es más dinámica. Además, se lo toman todo con más calma y disfrutan del día a día muchísimo.

Sería difícil decir que es lo que más me ha gustado de la vida de Estados Unidos, pero quizás podría decir que la gente, el colegio, la variedad de todo y la cultura.

Mientras he estado en Estados Unidos he echado de menos algunas cosas de España, principalmente mi familia, la comida y ciertas costumbres que tenía en España y que en Estados Unidos no hacía porque no eran algo típico de allí.

El sistema educativo estadounidense tiene algunas diferencias con respecto al español. Lo que más me ha gustado es que en cierto modo puedes elegir tus clases. Además, la relación que tienes con los profesores es mucho más directa. Allí los estudiantes no están tan agobiados con los estudios y hacen mucho deporte. También al cambiar de aula para cada clase conoces a mucha más gente y haces más amigos, alguien de último curso se puede llevar muy bien con alguien de primer curso porque comparten una clase.

En Estados Unidos las clases son más prácticas, no dan tanta teoría como se da en España. Una clase que me gustó mucho fue Government, o “gobierno”, donde te explicaban el sistema de gobierno, las leyes, cómo funciona la política en general. Allí los exámenes no son lo que más valor tiene en la nota final, sino que los deberes y el trabajo diario tienen más importancia. La asistencia a clase también es algo que se aprende en el instituto de allí porque lo valoran mucho.

Los deportes en Estados Unidos juegan un papel esencial en los institutos. En cierto modo es su motivación, a casi todo el mundo le gusta participar en deportes y forman parte de su vida diaria. Lo saben compaginar bien con los estudios y lo utilizan como excusa para su vida social, ya que los partidos o las competiciones tienen el apoyo de todos los compañeros que van juntos a verlos.

En mi colegio los deportes iban por estaciones…En otoño no practiqué ningún deporte dentro del colegio, pero sí me apunté a animadora. Tengo un equipo increíble y muy talentoso, conseguimos llegar hasta los Nacionales. En invierno tuve la oportunidad de hacer powerlifting o “levantamiento de pesas” y encontré un deporte que de verdad me gusta. Quedé undécima en el Estado de Michigan en mi categoría, tuve muchísimo apoyo de mi entrenador e hice un montón de amigos. En primavera continué con el tema de “fuerza” y me apunté a Track & Field. Era más bien una lanzadora que una corredora en el deporte, pero igualmente lo disfruté. Mi colegio tuvo una temporada muy buena y recibimos varios premios (el equipo).

Durante la temporada de fútbol americano (otoño) tuve mi primera experiencia como high schooler, el típico partido de viernes por la tarde en el campo animando a tu equipo. Y luego llegó la temporada de invierno con el baloncesto que fue igual de divertida.

Tuve la GRAN oportunidad de ser estudiante de último curso, lo que en España es ser estudiante de segundo de Bachillerato. El Prom fue una de las cosas que pude disfrutar durante mi año. Mi colegio tuvo el Prom unas semanas antes de lo normal, fue a finales de abril. Es justamente cómo te imaginas en las películas americanas…Vestidos preciosos (o no tan bonitos), maquillaje, peinados, manicuras, proposiciones, música, bailes, tu cita… Es muy a lo grande. Según el curso en el que estés puedes hacer unas cosas u otras. Puedes invitar a quien tú quieras. Si eres de último curso, te pueden votar para rey o reina del baile. Si eres de penúltimo te toca organizar el baile, las decoraciones, el menú…Personalmente lo que más me gustó fue ver cómo todo el mundo se había arreglado muchísimo y lo que más les importaba era disfrutar de su baile de fin de curso. Yo fui con mis mejores amigas, me hice fotos con más de la mitad de la gente que fue y bailé casi 3 horas seguidas…Tuve una cita que me acompañó, él era un junior e hizo que junto con todos mis amigos fuera una noche increíble.

Los estadounidenses son súper abiertos, les encanta conocer sobre ti y sobre tu cultura. Son muy simpáticos y no suelen juzgar a primera vista. Su concepto de familia y amistad es muy importante, y aunque les gusta socializar, también les gusta tener su tiempo para ellos mismos. Al principio me chocaba un poco todo porque no conocía del todo cómo es su forma de ser, pero a los dos días te acaba encantando.

Una de las cosas que no terminó de gustarme es que donde yo vivía no había transporte público y eso me impidió bastante el moverme por la ciudad, ya que dependía de alguien para ir a todos lados. Tampoco me gustó mucho la comida del colegio, era siempre la misma y no demasiado sana, por lo que opté por llevar mi comida de casa.

El reto más grande fue en general el hecho de irme. Llegué a un país diferente, donde no conocía a nadie y todo era nuevo, pero fue un reto que superé. Hice nuevos amigos, creé un lazo muy fuerte con mi familia de acogida. Hacer todo en un idioma que no es el tuyo, que sí que lo dominas, pero sigue siendo extranjero… No tuve malos momentos adaptándome y eso se lo debo a la gente que me lo hizo tan fácil, pero sí que fue todo un reto el no comparar mi país con el otro. Las primeras semanas era muy raro todo, pero decidí “olvidarme” de lo que solía hacer siempre y afrontar la experiencia como algo totalmente nuevo. Y así me ha ido, ha sido una año increíble.

Las experiencias más destacables de mi año escolar en Estados Unidos han sido el encuentro en el aeropuerto con la que sería mi nueva familia, el primer partido de fútbol americano, la Gala de Prom y mi fiesta de graduación y despedida. También me han encantado las hogueras que hacíamos con s’mores (chocolate con nubes y galletas).

Para más información sobre el programa de año escolar en Estados Unidos pulse aquí o llame al 910 019 908.