Richard Lewis, viajero internacional que habla diez idiomas y lingüista británico cumple los requisitos para representar las culturas mundiales en un gráfico.
Él llevó a cabo esta labor aceptando los peligros de los estereotipos.
“Determinar las características nacionales es entrar en un campo de minas de valoraciones erróneas y excepciones sorprendentes”, escribió Lewis. “Hay, sin embargo, algo llamado la norma nacional”.
Muchas personas piensas que él está en lo cierto, dado que su libro “Cuando las culturas colisionan”, ahora en su tercera edición, ha vendido más de un millón de ejemplares desde que se publicó por primera vez en 1996 y fue llamado por el Wall Street Journal “un mapa acreditado para navegar en la economía mundial”.
Lewis divide a los países en relación a tres categorías:
Activos lineales: aquellos que planifican, programan, organizan, persiguen cadenas de acción, hacen las cosas una por una. Alemanes y suizos se encuentran en este grupo.
Multi-activos: aquellas personas alegres, locuaces que hacen muchas cosas a la vez, planeando sus prioridades no teniendo en cuenta un horario de tiempo, sino una emoción relativa o la importancia que cada cita puede traer. Los italianos, latinoamericanos y árabes son miembros de este grupo.
Reactivos: aquellas culturas que priorizan la cortesía y el respeto, escuchando tranquila y calmadamente a sus interlocutores y reaccionando cautelosamente a las propuestas de la otra parte. En este grupo están chinos, japoneses y fineses.
Él explica que esta categorización de normas nacionales no cambia significativamente con el paso del tiempo:
El comportamiento de las personas de distintas culturas no es algo que tomarse a la ligera. Hay tendencias, secuencias y tradiciones claras. Las reacciones de los americanos, europeos y asiáticos pueden ser pronosticadas, normalmente justificadas y en la mayoría de los casos gestionadas. Incluso en países donde los cambios económicos y políticos son repentinos y de gran alcance (Rusia, China, Hungría, Polonia, Corea, Malasia, etc.), actitudes y creencias profundamente arraigadas resistirán una transformación repentina de valores cuando reformistas, gobiernos o conglomerados multinacionales presionen.
El objetivo de todo este análisis es comprender cómo interactuar con personas de distintas culturas, un campo en el que Richard Lewis Comunicaciones provee preparación y asesoramiento.
“Al centrarnos en las raíces culturales del comportamiento nacional, tanto en la sociedad como en los negocios, podemos prever y calcular con un sorprendente grado de precisión cómo otros van a reaccionar a nuestros planes para ellos y nosotros podemos hacer ciertas conjeturas sobre cómo ellos se nos acercarán”, escribe Lewis.
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