Opiniones Estudiar en Estados Unidos: Patricia de Madrid

“Al principio me costó hacer amigos por lo tímida que soy. Allí la gente al principio es bastante cerrada, o al menos en mi experiencia. Tienes que estar pegados a ellos para hacerte amigos suyos, lo que llamamos en España ir de “acoplado” es lo más normal del mundo allí para hacer amigos.”
Patricia, de Madrid, nos cuenta en esta entrada todos los detalles que han hecho de su estancia en Utah una experiencia memorable que recordará toda su vida. En cuestión de meses, Patricia ha conocido a personas de diferentes lugares que se han convertido en amigos muy especiales e importantes para ella y, desde su propia experiencia, nos da algunos consejos muy útiles para hacer amigos en Estados Unidos.
La verdad es que cuando me monté en ese avión no tenía ni idea de lo que me estaba esperando allí. Me hacía una idea por los vídeos y experiencias de gente que había visto por internet, pero nunca imaginaría en lo que me metía. Es todo súper diferente. El colegio es muy distinto, las comidas son muy diferentes a las de España, los horarios de desayuno, comida y cena, etc. Es todo totalmente diferente a España, es como empezar tu vida de nuevo. Es todo muy distinto a España. Los deportes se los toman muy enserio, los horarios de salir son muy diferentes, los padres suelen ser bastante más estrictos con las tecnologías ya sean móviles, ordenadores o iPads. El estilo de ropa es muy distinto y hay que tener mucho cuidado con eso ya que a muchos americanos no les gustan las camisetas cortas, crop tops, pantalones muy cortos, transparencias, mucho escote, pantalones muy rotos… y hay que saber como saber vestir para cada ocasión. También una cosa que me ha llamado mucho la atención es lo puntuales que son a los sitios, los americanos no llegan tarde. Otra cosa que me llama mucho la atención es lo ajetreados que están los estadounidenses, no hay día que no hagas nada y te quedes en casa. Hay bastante diferencia con el transporte público entre España y Estados Unidos. Hay que ir con una mentalidad de saber que las cosas no se hacen como en tu país y que te tienes que acostumbrar a otra cultura totalmente diferente.
Desde mi punto de vista y desde mi experiencia, casi todos los estadounidenses suelen tomarse la vida más relajados que los españoles. La verdad que no podría elegir una cosa en especial de lo que más me gusta de la vida estadounidense, solo pienso que es increíble. Es un país muy grande y he tenido la suerte de poder conocer en mi instituto gente de otros estados y cambia muchísimo dependiendo del sitio en el que estés. He llegado a conocer una pequeña parte de culturas diferentes gracias a amigas de otros países de Asia, Europa y América Latina. Es increíble cómo puedes conocer a tantas personas y culturas en un mismo lugar. Mi familia americana me acogió desde el primer momento y me he sentido un miembro más de esa familia, una hermana más. Tuve mucha suerte con mis amigas, como una pequeña familia, siempre estábamos unidas y siempre han estado conmigo en todo. He sentido mucho apoyo por parte de todo el mundo, mi colegio, el director, mi familia americana, mis amigas, los profesores, etc.
Está muy claro, la comida española la he echado de menos bastantes veces. Eso de tener a tu madre allí que te prepare una tortilla de patata, unas croquetas, paella, pulpo, etc, eso ya no lo tenías allí. Mi padre americano había trabajado como chef e intentamos hacer una paella y una tortilla de patata, pero la verdad que el resultado no fue el mismo que el de mi madre en España. Es verdad que se va mucho a comer fuera y al ir a un restaurante de comida rápida muchas veces cogías lo mismo una, dos o tres veces a la semana y al final cansa. La comida hecha en casa no era muy frecuente ya que muchas veces mis hermanos americanos y yo nos quedamos en casa porque mis padres trabajaban a la hora de cenar y pedíamos pizza o hamburguesa muchas veces.
El sistema educativo es muy diferente, y a mí personalmente me gusta mucho más que el español. Lo que más me ha gustado es su manera de impartir las clases, es mucho más de interactuar con tus compañeros, hacer trabajos y exponerlos, ver películas y tomar apuntes, etc. También me ha gustado mucho el que puedas escoger clases de diferentes niveles y en muchas de ellas puedes coincidir con gente de otros cursos y llegar a conocerlos más y hacer más amigos, que nunca es malo. Tienes la obligación de escoger algunas clases como las troncales, como las llamamos en España. Por ejemplo, Historia, pero tienes diferentes niveles y creo que eso es muy útil para la gente que no se le da bien estudiar de memoria.
Creo que el compañerismo es una cosa que se puede aprender de las clases allí. El ayudar a la gente cuando no entienden algo, el hacer grupos para los resolver los ejercicios y que te cuente para la nota. Vengo de un colegio estricto en España donde llevaba uniforme, no me dejaban pintame las uñas, ni llevar el pelo de colores que no sean naturales, ni tampoco llevar piercings.. Entonces llegar a un high school en el que no está prohibido comer en clase, me dejen llevar el pelo como me gusta, o las uñas pintadas, para mí fue un shock total. Me parece genial que se centren en que el alumno aprenda la materia y que entienda lo que han dado a que se centren en los piercings, el vestuario, el maquillaje, la comida, etc. Me gusta mucho también que en las clases allí no se centran en que te lo aprendas de memoria y lo escupas en un examen, cosa que veo que poco a poco en España va cambiando pero todavía hay mucho camino por delante. Una cosa que me llama la atención es como le dan la responsabilidad al alumno de decidir cuándo presentar los proyectos con puntualidad. Darles su tiempo para organizarse y decidir cómo y cuándo entregar sus trabajos o presentar los proyectos.
Los deportes para los estadounidenses son su vía de escape para poder seguir sus estudios, ya que allí las universidades cuestan muchísimo dinero. Van en busca de una beca deportiva que les permita estudiar una carrera. Se lo toman muy en serio por eso mismo, porque muchos se juegan su futuro. Además, nadie se puede imaginar lo que es ir a partidos de fútbol o de baloncesto. Hay muchísima emoción en cada partido. La gente siente el deporte como si fuesen ellos mismos los que están jugando. El apoyo al equipo y la emoción son lo que hacen muchos de los partidos diferentes. Cada instituto suele tener una mascota que representa la unión del high school. Se lo toman muy en serio, no hay día en la semana que descansen, de lunes a viernes entrenamiento de al menos 2 horas.
Yo estuve en el equipo de tenis, donde conocí a mi mejor amiga y todavía sigo hablando con ella por teléfono al menos un par de días a la semana. Cuando te unes a un equipo empiezas a formar parte de una familia, tienes que estar muy comprometido al equipo, ya que el compañerismo en los equipos es necesario. Durante mi año me uní a tres equipos: el de tenis, que entrenábamos todos los días dos horas y media, el de baloncesto, que también era todos los días 2 horas y media, y el de animadoras, que también eran de entrenamiento 2 horas al día. Todas las chicas de los equipos me acogieron como si hubiese estado allí durante años. La mayoría de ellas se llegaron a convertir en alguien muy importante para mi. Siendo sincera, al principio no quería apuntarme a ningún equipo por lo tímida que soy, pero hice una buena elección al empezar con tenis y terminar siendo animadora. Había momentos en los que quería dejarlo por lo que conllevaba de tiempo y esfuerzo pero mereció la pena no dejarlo ya que me he llevado de los mejores momentos con las chicas de los equipos. Cada dos semanas para baloncesto hacíamos una quedada de equipo que se llamaba “team bonding” para que la gente que no se sentía tan integrada se uniese más al equipo, y esas reuniones eran lo mejor de cada viernes cada dos semanas.
Al principio me costó hacer amigos por lo tímida que soy. Allí la gente al principio es bastante cerrada, o al menos en mi experiencia. Tienes que estar pegados a ellos para hacerte amigos suyos, lo que llamamos en España ir de “acoplado” es lo más normal del mundo allí para hacer amigos. Cuando los llegas a conocer son personas muy felices, la mayoría van súper contentos al colegio y se lo pasan muy bien en clase. Son mucho más de quedarse en casa que de salir de fiesta todos los fines de semana. Todos mis amigos fueron súper abiertos conmigo, les encantaba saber qué hacía en España para pasarlo bien. En Nochebuena por ejemplo, me preguntaron qué hacíamos en España para celebrarlo, ya que allí se sale pero no se hace nada en especial. Entonces fuimos a casa de un amigo, compramos uvas e hicimos las 12 uvas todos juntos. Son personas diferentes pero se interesaban mucho por mi cultura ya que en mi instituto, yo era la primera estudiante de intercambio. Son muy puntuales y siempre tienen algo que hacer, son divertidos, muchos de ellos hacen voluntariado porque les encanta ayudar a la gente. En el estado en el que yo estaba la religión se tomaba muy enserio. La religión que predominaba eran los mormones y cada domingo iban a misa, se comía con la familia y no se salía a hacer nada salvo estar en casa. Los grupos de gente que he conocido en la iglesia han sido geniales, mucha gente que nunca pensé que podría conocer, gente encantadora y muy dispuesta a ayudar.
Creo que lo que más me ha costado es intentar que a veces me entendieran. Muchas veces cuando no estaba bien por algo no sabía cómo expresarme. El intentar explicarles cómo me sentía con palabras que no tenía ni idea de si lo estaba diciendo bien o no. Recuerdo sacar el móvil muchas veces y poner el traductor para ayudarme con las palabras. Fue bastante divertido la verdad. Cuando más necesitaba el traductor era cuando mi amiga japonesa no sabía explicarse y tenía que sacarlo porque cada vez que intentaba entender lo que quería decir ella muchas veces no entendía las palabras que decía simplemente porque ella no había estado estudiando inglés tanto tiempo como yo.
En cuanto a mis experiencias más destacadas de este año:
1- El primer día de clase, todo el mundo preguntándome que tal y de donde era. Los profesores todos preguntándome que cómo era mi vida en España y que si fue mi decisión irme un año a Estados Unidos o la de mis padres. Todos preguntándome si me gustaba lo que había vivido allí por el momento.
2- Mi viaje a San Francisco. Conocí mucho más a mi hermana americana. Fue un viaje que me unió mucho más a ella. Las dos éramos muy tímidas y costó que empezáramos a hablar de nuestras cosas. El dormir con ella en la misma habitación y compartir la ducha, el baño y todo, nos ayudó a estar más cercanas la una con la otra.
3- Homecoming, el baile de bienvenida. Conocí a mucha gente cuando fui. Un chico me pidió que fuese su cita para el baile y le dije que sí, me presentó a sus amigos y ellos a sus amigas y así conocí a mucha más gente de la que ya conocía.
4- Cuando mi amiga japonesa y yo nos queríamos teñir el pelo de rubio. Fuimos a comprar unos tintes rubios, pero fuimos un poco tontas y no sabíamos que teníamos que calarnos el pelo antes con uno que nos destiñera el pelo negro y no lo compramos. Total que nos teñimos el pelo y no ocurrió nada, solo se nos aclaró un poco. Al día siguiente fuimos a comprar el tinte bueno y cuando mi amiga se lo hecho se le quedó el pelo súper naranja, y tuvo que ir con el pelo naranja a clase durante dos semanas. Fue todo muy gracioso, ya que ella misma se reía y después hizo un vídeo con sus cambios de pelo desde hace 3 años y lo subió a Instagram, claro todo el mundo del instituto riéndose pero a ella le daba igual. Fue genial ver cómo se teñía el pelo cuando ni siquiera ella tenía idea de cómo hacerlo.
5- Senior Night fue un día increíble. Ese día mis amigas y yo fuimos a clase y, por la tarde, al terminar el partido de fútbol hubo fuegos artificiales. Yo no soy senior, pero la mayoría de mis amigos sí y fui con ellos. Estuvimos por ahí hasta bastante tarde con música y divirtiéndonos.
6- El primer día que fui a esquiar con todos mis amigos. No quería que terminase. Fuimos pronto a las pistas de esquí, y cuando las cerraron estuvimos en casa de un amigo haciendo nubes en el fuego y cubriéndolo con galleta, lo que se llama s’mores.
7- Un día a mi amiga alemana y a mí, durante la Navidad, se nos ocurrió la grandísima idea de ir al centro, donde estaban las luces de Navidad, las pistas de patinaje sobre hielo, etc. Se nos ocurrió montarnos en monopatín. Bueno bueno, unas risas increibles al ver que a ninguna de las dos se nos daba genial, y que nos encontramos al chico que le gustaba a mi amiga. Total, todos riéndonos porque nosotras dos estábamos haciendo el ridículo.
8- Otra experiencia increíble fue cuando tuvimos un baile de high school llamado Sadies, donde la chica invita al chico al baile. Invité a mi mejor amigo. Fue genial tener que preparar la pancarta y dársela. Después de él decir que sí, el tener que prepararme para ese baile, comprar el vestido, preparar el maquillaje y todo, fue genial el momento en el que me pasó a recoger con el coche, después hicimos un sleepover, osea que se quedó a dormir en mi casa con mi hermano americano, que él era su mejor amigo, mi amiga, mi hermana americana y mi otro hermano americano. Nos tiramos la noche viendo películas y jugando a la Xbox.
9- Mi cumpleaños allí fue genial. Mi familia americana me llevó a un restaurante de comida española y después nos fuimos a jugar a videojuegos en un sitio especial súper grande con un montón de videojuegos. Miis hermanos y yo estábamos como locos. Por último, al volver a casa, estaban mis amigas más cercanas que me habían hecho una fiesta sorpresa, y nos tiramos por la noche en la cama elástica de fuera, con un frío tremendo y pusimos un reproductor de películas, y me hicieron un vídeo por mi cumple y lo vimos. También vimos una peli, y por último, estuvimos mirando a las estrellas con la música puesta.
10- Cuando me dijeron que tenía que volver a España por el coronavirus, mis amigos me dijeron que estuviese en mi casa y que me arreglase. Vinieron 4 de mis mejores amigas y otros 4 de mis mejores amigos a despedirme vestidos de prom, ya que el prom me hacía muchísima ilusión y se canceló por el virus. Estuvimos en el jardín de mi casa, ordenamos unas pizzas y nos quedamos toda la tarde hablando y bailando con la música. Lo peor fue cuando tuve que decirles adiós. Los voy a recordar siempre y espero poder verlos cuanto antes.
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